martes, 15 de noviembre de 2011

Galletas de Halloween


Queridos asociados:
Recojo el guante de la promesa de enviaros la receta de las galletas que hicimos en Halloween en Treviana.
La receta de las galletas me la facilitó Leonor a quien se la pasó  su amiga Cristina que, a su vez, la sacó de la red. Micaela, Elvira y yo la hicimos en casa; hace unos días la repetimos en la Asociación entre TODOS, TODOS, TODOS, y otra vez más en casa para las fotos y para las pequeñas variaciones que también voy a incluir para los que no se conforman con las fórmulas establecidas.
Vamos, que están suficientemente probadas y están superbuenas.
 Mariana.









Galletas de mantequilla
Receta básica

Ingredientes:

140 grs. de azúcar
225 grs. de mantequilla
280 grs. de harina
1 yema de huevo
1/2 sobre de Royal o impulsor
1 pizquita de sal

Materiales:

Horno, cocina o microondas
2 recipientes redondos  de material no poroso
Tenedores de acero inoxidable
Colador de diámetro mejor grande si se tiene
Papel de plástico de cocina
Moldes y/o cuchillo de punta redonda
Rodillo o botella de cristal limpia.
Frío

Consejos previos:

Nos ponemos el delantal, nos lavamos bien las manos y que no huelan a jabón, por favor, porque luego se pega el olor en la masa.
Despejamos una mesa lisa o la superficie donde vamos a trabajar.
Con la lista en la mano seleccionamos todo lo que vamos a necesitar.
Medimos las cantidades  y nos leemos la parte de “elaboración” para tener la idea global en la cabeza.

Elaboración

En un cazo ponemos la mantequilla y la derretimos a fuego lento. Sirve el micro pero con cuidado en ambos casos de que no hierva.
En uno de los recipientes redondos  ponemos esta mantequilla calentita junto con el azúcar.
Lo batimos muy bien con un tenedor hasta que tenga aspecto de estar muy bien mezclado.
Le añadimos la yema de huevo batiendo sin dejar que repose porque no queremos que se nos cuaje con el calor.

Con estos pasos ya vamos a tener ganas de meter el dedo en la mezcla porque el tono y la textura te “llaman”.
Vale! Lo probamos pero… seguimos.

En otro recipiente un poco mayor, tamizamos la harina con la ayuda del colador.
Esto ayuda a que luego no se nos hagan grumos.
Le añadimos el Royal o impulsor de cualquier otra marca que sea en polvo.
Le ponemos la pizca de sal. Esto es para intensificar el sabor, no para salar la masa así que ¡¡ cuidado  !!
Lo mezclamos bien.

Juntamos las mezclas de ambos recipientes, es decir, el de la mantequilla y el de la harina.
Mejor lo hacemos sobre el que tiene la harina que es más grande y nos va a permitir remover mejor la masa.
Le damos vueltas y vueltas y no nos rendimos hasta que tenemos una bola tipo bala de cañón pequeño.

Envolvemos la bola en plástico y la metemos en el frío, no en el congelador, durante 1 hora.

Pasado este tiempo, ponemos el horno a calentar a 180º

Espolvoreamos la mesa de trabajo con harina.
Ponemos la “bola” encima para trabajarla mejor.
Aprovechamos esta labor de amasado para liberar energías cosa que cumplirá con dos funciones: nos relaja y nos queda de …
Ahora todos van a querer probar la masa.
Bien! Rica está pero no os la comáis toda que, sin cocer, es bastante indigesta.

No hagáis que la masa “chupe” más harina de lo necesario porque os puede pasar que se os separen trocitos de manera espontáneamente.
Mejor que se os pegue un poco en las manos que no que se cuartee.

Con el rodillo o con una botella libre de etiquetas, extendemos la masa.
Intentamos darle uniformidad en la superficie y un espesor de aproximadamente 1cm.
Si queremos más gorditas las galletas, le damos más altura.

Con los moldes o con un cuchillo, les damos forma calando bien el corte.
Con la punta del cuchillo, separamos las formas y las vamos poniendo sobre la bandeja del horno previamente engrasada con mantequilla.
Las ponemos con una distancia prudencial entre sí para que al cocerse, como se expanden, no se unan.
2 cm va bien si la masa es consistente.
Si se nos juntan, no pasa nada porque saben igual, sólo que no tienen la misma presencia.

Metemos en el horno durante 15 minutos aproximadamente.
¡¡¡ Ojo, ojo, ojo !!!
Lo importante es estar pendiente. Si huele que alimenta y si tus galletas ya están doradas e incluso los bordecillos tostadillos, ¡¡ ya están !! ¡¡¡Sácalas ya !!! que o se te van a quemar o se van a quedar  como una piedra.

Esperamos un minuto y las vamos sacando a un plato o sobre una rejilla para que se enfríen.
Mejor ponerlas separadas.

Ya están.

Si no os las habéis comido todas ya, las podemos adornar con un glaseado a base de azúcar muy molida y 1 clara de huevo batido como para merengue.
Si queremos colorines en el glaseado, lo haremos con colorantes alimentarios de los que se compran en el super.


Esta es la receta básica pero se pueden obtener variaciones estupendas  metiéndole otros ingredientes ( jengibre, pepitas de chocolate, canela, vainilla, mermelada, naranja…) pero ya eso para otro dia, ¿no?.

Que os divertáis!!!

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