Queridos asociados:
Recojo el guante de la
promesa de enviaros la receta de las galletas que hicimos en Halloween
en Treviana.
La receta de las galletas
me la facilitó Leonor a quien se la pasó su amiga Cristina que, a su vez, la
sacó de la red. Micaela, Elvira y yo la hicimos en casa; hace unos días la
repetimos en la Asociación entre TODOS, TODOS, TODOS, y otra vez más
en casa para las fotos y para las pequeñas variaciones que también voy a incluir
para los que no se conforman con las fórmulas establecidas.
Vamos, que están
suficientemente probadas y están superbuenas.
Mariana.
Galletas
de mantequilla
Receta
básica
Ingredientes:
140 grs. de
azúcar
225 grs. de
mantequilla
280 grs. de
harina
1 yema de huevo
1/2 sobre de
Royal o impulsor
1 pizquita de
sal
Materiales:
Horno, cocina o
microondas
2 recipientes
redondos de material no poroso
Tenedores de
acero inoxidable
Colador de
diámetro mejor grande si se tiene
Papel de
plástico de cocina
Moldes y/o
cuchillo de punta redonda
Rodillo o
botella de cristal limpia.
Frío
Consejos
previos:
Nos ponemos el
delantal, nos lavamos bien las manos y que no huelan a jabón, por favor, porque
luego se pega el olor en la masa.
Despejamos una
mesa lisa o la superficie donde vamos a trabajar.
Con la lista en
la mano seleccionamos todo lo que vamos a necesitar.
Medimos las
cantidades y nos leemos la parte de
“elaboración” para tener la idea global en la cabeza.
Elaboración
En un cazo
ponemos la mantequilla y la derretimos a fuego lento. Sirve el micro pero con
cuidado en ambos casos de que no hierva.
En uno de los
recipientes redondos ponemos esta
mantequilla calentita junto con el azúcar.
Lo batimos muy
bien con un tenedor hasta que tenga aspecto de estar muy bien mezclado.
Le añadimos la
yema de huevo batiendo sin dejar que repose porque no queremos que se nos cuaje
con el calor.
Con estos pasos
ya vamos a tener ganas de meter el dedo en la mezcla porque el tono y la
textura te “llaman”.
Vale! Lo
probamos pero… seguimos.
En otro
recipiente un poco mayor, tamizamos la harina con la ayuda del colador.
Esto ayuda a que
luego no se nos hagan grumos.
Le añadimos el
Royal o impulsor de cualquier otra marca que sea en polvo.
Le ponemos la
pizca de sal. Esto es para intensificar el sabor, no para salar la masa así que
¡¡ cuidado !!
Lo mezclamos
bien.
Juntamos las
mezclas de ambos recipientes, es decir, el de la mantequilla y el de la harina.
Mejor lo hacemos
sobre el que tiene la harina que es más grande y nos va a permitir remover
mejor la masa.
Le damos vueltas
y vueltas y no nos rendimos hasta que tenemos una bola tipo bala de cañón
pequeño.
Envolvemos la
bola en plástico y la metemos en el frío, no en el congelador, durante 1 hora.
Pasado este
tiempo, ponemos el horno a calentar a 180º
Espolvoreamos la
mesa de trabajo con harina.
Ponemos la
“bola” encima para trabajarla mejor.
Aprovechamos
esta labor de amasado para liberar energías cosa que cumplirá con dos
funciones: nos relaja y nos queda de …
Ahora todos van
a querer probar la masa.
Bien! Rica está
pero no os la comáis toda que, sin cocer, es bastante indigesta.
No hagáis que la
masa “chupe” más harina de lo necesario porque os puede pasar que se os separen
trocitos de manera espontáneamente.
Mejor que se os
pegue un poco en las manos que no que se cuartee.
Con el rodillo o
con una botella libre de etiquetas, extendemos la masa.
Intentamos darle
uniformidad en la superficie y un espesor de aproximadamente 1cm.
Si queremos más
gorditas las galletas, le damos más altura.
Con los moldes o
con un cuchillo, les damos forma calando bien el corte.
Con la punta del
cuchillo, separamos las formas y las vamos poniendo sobre la bandeja del horno
previamente engrasada con mantequilla.
Las ponemos con
una distancia prudencial entre sí para que al cocerse, como se expanden, no se
unan.
Si se nos
juntan, no pasa nada porque saben igual, sólo que no tienen la misma presencia.
Metemos en el
horno durante 15 minutos aproximadamente.
¡¡¡ Ojo, ojo,
ojo !!!
Lo importante es
estar pendiente. Si huele que alimenta y si tus galletas ya están doradas e
incluso los bordecillos tostadillos, ¡¡ ya están !! ¡¡¡Sácalas ya !!! que o se
te van a quemar o se van a quedar como
una piedra.
Esperamos un
minuto y las vamos sacando a un plato o sobre una rejilla para que se enfríen.
Mejor ponerlas
separadas.
Ya están.
Si no os las habéis
comido todas ya, las podemos adornar con un glaseado a base de azúcar muy
molida y 1 clara de huevo batido como para merengue.
Si queremos
colorines en el glaseado, lo haremos con colorantes alimentarios de los que se
compran en el super.
Esta es la
receta básica pero se pueden obtener variaciones estupendas metiéndole otros ingredientes ( jengibre,
pepitas de chocolate, canela, vainilla, mermelada, naranja…) pero ya eso para
otro dia, ¿no?.
Que os
divertáis!!!